Cloud First ¿Será hoy en día la mejor estrategia?
La estrategia Cloud First
Hace algunos años, mientras estaba trabajando en un proyecto de seguridad que requería infraestructura de cómputo y almacenamiento en una de las instituciones educativas privadas mas importantes del país, me llamó la atención que uno de mis interlocutores mencionó que como lineamiento estratégico habían definido que todo lo que requiriera infraestructura tendría que ir a la nube porque habían adoptado la filosofía CLOUD FIRST.
Repasando mis registros históricos encontré este término en artículos del 2013 y repasando publicaciones en Internet encontré que este término (no se si estrategia en aquel entonces) tomó fuerza en 2011 cuando el gobierno de los Estados Unidos lanzó una especie de lineamiento tecnológico orientando a las instituciones gubernamentales federales a buscar implementar en la nube cualquier nueva iniciativa que requiriera infraestructura de cómputo. En aquellos años todos hablábamos de SaaS, IaaS y PaaS aunque quizás no todos entendían (o entendíamos) esos términos.
Esta es especulación mía, pero no me resultaría extraño que la estrategia del gobierno norteamericano haya sido motivada por el lanzamiento comercial de la nube de Microsoft en febrero del 2010, buscando motivar, como todo buen gobierno debe hacer, una nueva industria con gran valor.
¿Sigue siendo una buena estrategia Cloud First?
Pero independientemente de estas reflexiones históricas, vuelvo a lo que me llamó la atención hace unas cuantas semanas: ¿sigue siendo vigente la estrategia CLOUD FIRST? ¿Las motivaciones que hicieron de este término una moda o una estrategia en sus inicios seguirán siendo válidos?
Sin duda, algunas o muchas de esas motivaciones siguen y seguirán siendo válidas o vigentes. Otras quizás ya no tanto.
Muchas de las ventajas de le nube pública son innegables y siguen siendo vigentes como la flexibilidad, simplicidad, versatilidad y rapidez con las que se pueden generar ambientes. Los principales proveedores de nube pública han desarrollado servicios complementarios de valor que abonan a seguir manteniendo esa estrategia.
¿Dónde estuvo el quiebre?
Habría que cuestionarse que tipo de cargas, servicios o procesos de negocios aprovechan estas ventajas. Conforme aumentan las cargas, los costos de usar la nube pública, obviamente también aumentan.
Esto no es necesariamente malo. Lo que se vuelve peligroso o riesgoso es la imposibilidad de predecir cómo se verán reflejados esos costos en la factura mensual, ya que al igual que los servicios públicos como agua, luz y electricidad, solo sabes el costo hasta que te llega la factura.
Recientemente conocí de un caso en donde un nuevo aplicativo, después de correr por varias semanas en ambiente de pruebas, todo bajo control, se subió a la nube pública y se presentó justo el fenómeno que comento: el cliente, al no tener antecedente del comportamiento real en producción, está sobrepasando su presupuesto estimado de gasto de servicios y consumo de la nube pública y con una variación importante semana a semana, lo que hace cuestionar ahora el caso de negocio.
Esto ocasionó que 85% de las empresas que movieron todas sus cargas a la nube pública buscando simplicidad, flexibilidad y rápido despliegue, están pensando en regresar a esquemas de nube privada o híbrida.
Entonces, ¿nube pública o nube privada?
¿Qué hacer entonces ante esta situación? ¿Cómo seguir aprovechando las ventajas de los ambientes en nube pública, pero al mismo tiempo mantener un costo de operación bajo control y dentro de presupuesto?
Un modelo de nube híbrida combina infraestructura on premise de nube privada con recursos o servicios off-premise desde una nube pública, como Google Cloud Platform (GCP), Amazon Web Services (AWS) o Microsoft Azure. Esto es, habilitar ambientes de nube privada en sitio (on-premise) con la misma tecnología, velocidad, simplicidad y demás funcionalidades que ofrece la infraestructura de los grandes proveedores de nube pública teniendo una conexión inteligente hacia dichas nubes.
De acuerdo al reporte State of the Coud 2023 de Flexera de 750 líderes de TI encuestados, 72% indicaron que utilizan una estrategia de nubes híbridas, mientras que el uso de nubes públicas continúa bajando a un 24% y el uso nube privada es de sólo 4%.
Los fabricantes han logrado tener suficiente economía de escala y madurez en las plataformas de operación para que a nivel empresarial, desde unos cuantos nodos, las inversiones (CapEx) y costo de operación (OpEx) asociados a implementar verdaderas nubes en las premisas del cliente, resulten en muy atractivos ROIs y TCOs, comparados con llevar todo a la nube.
Hoy en día, esto es posible gracias a la tecnología hiperconvergente (también conocido como software defined data center), que han demostrado impresionantes funcionalidades ¡Incluso, muchas son las mismas tecnologías que usan las nube públicas!
En esta liga puedes descargar un libro que explica cómo funciona la tecnología hiperconvergente.
Las nubes públicas sin duda seguirán creciendo pero las implementaciones de la multi nube híbrida están también teniendo un crecimiento exponencial. Por algo será.
En Quanti podemos ayudarte
En Quanti hemos ayudado a muchas empresas a diseñar e implementar una arquitectura de nube empresarial acorde a sus necesidades particulares de crecimiento, escalabilidad, resiliencia y presupuesto.
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También te recomendamos ver el siguiente video donde explicamos de manera muy sencilla como la nube hibrida tiene todas las ventajas de la nube publica y toda la seguridad de la nube privada.
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