¿Para qué la nube empresarial?

¿Para qué la nube empresarial?

Publicado el: 26 de septiembre de 2019|Categorías: Artículos|Etiquetas: , , |

La nube pública está por sobre todas!

“¡Quitaras mis aplicaciones de mi nube privada sólo arrancándomelas de mis manos frías y muertas!”

Todo parece indicar que la gente ha escogido bando en el debate entre la nube pública y la nube privada y ambas posturas tienen buenos argumentos.

En vez de ver esto como un debate entre la nube pública y privada, es útil considerar los resultados individuales que cada postura intenta lograr, y luego diseñar una arquitectura en base a eso.

IT sin fricciones: por qué la nube pública

Quizás uno de los mayores retos que enfrentan los departamentos de IT es la “fricción”. Como se explica en el primer capítulo los departamentos de TI contemporáneos enfrentan diversos retos.

Deben dar soporte a aplicaciones tradicionales que requieren tiempo de trabajo constante y un riesgo bajo. Al mismo tiempo, los líderes del negocio quieren capacidades de TI que les permitan probar los nuevos modelos de negocios e introducir nuevos servicios rápidamente.

Debido a la necesidad de asegurar la disponibilidad continua y los niveles de desempeño tanto de las aplicaciones tradicionales como las de nueva generación, perder el tiempo con infraestructura local obsoleta es mal visto por los negocios, que a menudo no aprecian ni entienden el gran trabajo que implica mantener los sistemas funcionando. Aquí es donde encaja el rol de la nube pública.

La IT como un Impulsor de negocios

Se debe entender el porqué de todo esto primero. La IT generalmente ha hecho un buen trabajo apoyando a los negocios a través de herramientas para la planeación de recursos empresariales (ERP), la colaboración y otros aspectos.

Pero hay mucho más en juego.

Con el ambiente tecnológico adecuado y la mentalidad apropiada, la TI puede evolucionar de su rol de soporte orientado a reducir gastos, hacia un rol que impulse las ganancias. La IT puede convertirse en un impulsor activo de los negocios.

Cambiar de una mentalidad de soporte a otra de impulso implica repensar buena parte de la infraestructura y servicios de IT.

Entendiendo el consumo fraccionado

Considera el ambiente legado de tu datacenter. Probablemente tengas un montón de servidores, un ecosistema de almacenamiento monolítico basado en tecnología SAN (Red de Área de Almacenamiento) y varias redes que conectan todo.

Desde la perspectiva económica, probablemente prepagues todos tus recursos, y pagas el precio completo incluso si sólo usas la mitad de los recursos en su ciclo de vida.

Esta manera de comprar está lejos de ser eficiente. La mayoría de compañías compran de más y se aprovisionan de más con el fin de no quedarse sin recursos a medio ciclo. Esta práctica otorga un alto grado de seguridad, pero implica que hay dinero que se está desperdiciando.

La nube pública ofrece a las empresas un nuevo modelo de consumo de recursos de IT. El consumo fraccionado permite un esquema económico en el que el gasto corresponde proporcionalmente con el crecimiento, lo cual significa comprar recursos según las necesidades. Este es uno de los principales motores económicos detrás del desarrollo de la tecnología de la nube. Los CFOs (Directores Financieros) y otras personas involucradas en la toma de decisiones financieras aman poder comprar sólo lo necesario. Ahora bien, el consumo fraccionado en la nube también se presenta “a la baja”. Esto significa que si las necesidades de tu empresa cambian, puedes modificar el consumo de recursos y disminuir el gasto mensual proporcionalmente.

El nuevo modelo cambia el paradigma de gastos de una tradición de compras intensivas CapEx (activos fijos), a otro basado casi exclusivamente de OpEx (gastos de operación). La nube permite centrarse en los OpEx porque no tienes que comprar un motón de hardware por adelantado. El paradigma de compras por adelantado CapEx predomina en la TI tradicional.

Implementación casi instantánea

Quizás una de las mayores desventajas de la infraestructura tradicional es el tiempo que necesita para implementar nuevos recursos, lo cual aumenta el periodo de latencia de los proyectos. El resultado de esto es la frustración de los usuarios que se han acostumbrado a los servicios on-demand.

Los servicios de las nubes públicas permiten este tipo de implementación de manera ágil. Porque tú y los usuarios de tu negocio quieren más servicios, tu imaginación es el límite.

No tienes que:

  • Esperar semanas para la llegada de nuevo hardware.
  • Acomodar e instalar el nuevo hardware.
  • Configurar el hardware para que se integre en tu ecosistema existente.

En lugar de eso, con los servicios de la nube, puedes cambiar a tu gusto la infraestructura y la plataforma de recursos con un solo clic para construir, probar e implementar aplicaciones. Los módulos configurables —como bases de datos, colas de mensajes y otros— están disponibles para implementar nuevas aplicaciones sin ningún periodo de espera. Esta innovación reduce drásticamente el tiempo de desarrollo de aplicaciones y puede aumentar en gran manera la relación tiempo/valor de nuevas iniciativas.

La renovación fluida de la infraestructura

Nada llena de miedo el corazón de un CIO como tener que lidiar con el remplazo de la infraestructura de IT cada ciclo.

Los ciclos de renovación pueden ser costosos y riesgosos, y muchas veces requieren un periodo de inactividad. Reemplazar estructuras monolíticas como las SAN requiere grandes compras CapEx y horas extras de trabajo.

Con la nube evitas la sobrecarga de operaciones en la implementación, manejo y renovación fluida de la infraestructura. Eso se vuelve problema del proveedor. Como usuario simplemente ingresas el número de una tarjeta de crédito y en una interfaz de manejo te aprovisionas instantáneamente con los recursos necesarios.

Seguridad y confianza en la nube

Aunque el porcentaje no llega aún al 100%, ahora mucha más gente tiene confianza en la seguridad de la nube que antes. Los negocios incluso están empezando a confiar a la nube pública cuestiones de seguridad, administración y manejo de riesgos. Las compañías pueden concentrarse en la innovación y los servicios sin tener que gastar recursos en mantener la seguridad en la infraestructura dentro de sus instalaciones.

Control sobre la IT: para qué la nube privada

Considerando todos estos grandes beneficios de la nube pública, podrías estarte preguntando porque no caminas hacia el datacenter y le prendes fuego. Bueno, a pesar de todo lo bueno, la nube pública no es una panacea. Aún tiene retos que debe superar.

Para muchas organizaciones operar con una nube privada tiene mucho más sentido.

Virtualización ≠ nube privada

El término nube privada es sorprendentemente mal empleado. Muchos creen que estar cerca del cien por ciento de virtualización significa que han implementado exitosamente su nube privada y que ahora pueden entrar en los anales de la historia de la nube por su logro. ¡No tan rápido! El término “nube” conlleva implícitamente algunas premisas sobre arquitectura, manejo de tareas, automatización y capacidad del usuario para atenderse a sí mismo. Sólo hasta que hayas logrado implementar una infraestructura que tenga la arquitectura correcta, un cierto nivel de automatización y cierto nivel de autoservicio para el usuario podrás considerarla una nube privada. Sin esas características no tienes más que un datacenter altamente virtualizado. La virtualización sólo es un componente de la nube privada. Aún más, ciertas compañías están tratando de construir sus nubes privadas través del trinomio OpenStack/vCloud/Azure y la virtualización correspondiente, pero siguen dependiendo de almacenamiento tradicional y de arquitecturas de tres capas. Aunque obtengas auto-aprovisionamiento y cómputo con crecimiento horizontal, tendrás que seguir lidiando con los ciclos de vida de la arquitectura compleja. Terminarás con distintos silos para diferentes aplicaciones (por ejemplo sistemas totalmente flash para el alto desempeño y virtualización, y almacenamiento híbrido para VDI [infraestructura de escritorio virtual] y así sucesivamente). Este tipo de arreglos puede verse como una nube en la superficie, pero no otorgan los mismos beneficios que las nubes públicas, como AWS, sí. Ten esto en mente mientras lees el resto de este libro.

Ponderando los límites de la nube pública

A pesar de todos sus beneficios, la nube pública tiene algunas limitaciones. Si bien es cierto que es un espacio viable, es rentable para cargas de trabajo flexibles en las que la demanda es impredecible y altamente variable, no es tan ecoonómico como la infraestructura local para cargas de trabajo más predecibles.

De hecho es en el manejo de cargas de trabajo predecibles donde la IT brilla. Lo hemos estado haciendo por décadas y lo hacemos realmente bien. Desde la perspectiva económica, a menudo es más rentable usar y mantener tu propio ambiente para cargas de trabajo predecibles que pagar mensualmente por infraestructura de la nube.

Éste es el porqué: tus cargas de trabajo habituales incluyen aplicaciones como ERPs (Planificación de recursos empresariales), herramientas de productividad para el usuario final, inteligencia empresarial y una serie de funciones analíticas. Estas aplicaciones a menudo requieren altos niveles de desempeño y, particularmente para aplicaciones que usan un modelo cliente/servidor tradicional, la conectividad de red entre el servidor y los clientes que se conectan debe tener tiempos de latencia muy bajos y un ancho de banda muy alto.

Con los proveedores de nube pública, por ejemplo, pagas mucho más por almacenamiento flash que la misma capacidad en discos rotacionales. Para cualquier aplicación que requiera niveles de CPU constantemente altos, debes pagar mensualmente por ese consumo elevado. Desde la perspectiva de la red, pagas mucho más por un alto ancho de banda y una baja latencia de conexión con el proveedor de la nube pública que lo que pagarías por implementar una red similar en tu propio ecosistema.

Decidiendo: ser propietario de infraestructura o rentarla

Piensa en este escenario: imagina por un minuto que todos tus viajes de negocios y vacacionales equivalen a cargas de trabajo a procesarse para una compañía. Así que ese viajecito que hiciste al Caribe podría significar la implementación de VDI (Infraestructura de Escritorios Virtuales); el viaje de negocios que hiciste a Londres una implementación de CRM (Administración basada en la relación con los clientes).

Al hacer cada uno de estos viajes, necesitas transporte, el cual para nuestro ejemplo equivaldría a la infraestructura. Cuando llegas al aeropuerto de tu destino en cada uno de tus viajes ¿te diriges a una agencia y compras un auto nuevo para usar mientras estés ahí?

Claro que no! Económicamente eso sería ridículo y derrochador. También llamarías la atención de tu departamento de finanzas que se reirían de tu audacia mientras el personal de seguridad te saca de tu oficina.

En cambio, cuando estás en casa probablemente tienes un auto para tus necesidades predecibles de transporte o quizás lo rentas a largo plazo para poder reemplazarlo cada tres años. Cuando viajas o tienes necesidades de transporte impredecibles lo más sensato es rentar un auto sólo por el tiempo que será usado.

Esencialmente, tomas la decisión de ser propietario o no de acuerdo a cada caso de uso particular. De la misma manera las compañías quieren balancear la propiedad de infraestructura y su renta, decidiendo entre infraestructura pública (rentada) y privada (comprada) dependiendo de las características de carga de trabajo de sus aplicaciones. En algunos casos rentar tiene sentido y en otros ser propietario es mejor opción.

Los proveedores de la nube pública se benefician del modelo de economía de escala en términos de bajos costos, eficiencia operativa a través de la automatización y la compartición de recursos; todo lo cual es presentado como un ahorro a sus clientes.

Las nubes privadas son más apropiadas para cargas de trabajo predecibles y bien definidas. Para ese tipo de cargas de trabajo, económicamente, es mucho mejor decidir ser propietario de la infraestructura.

Antes de seguir deberías considerar una posibilidad más. Imagina que viajas al Caribe continuamente. En ese caso tal vez quieras ser propietario de un auto en ese lugar, incluso si no es tu lugar principal de residencia. Ser propietario podría ser meneos costoso que rentar autos continuamente. Llevando este ejemplo a los terrenos de la nube, muchas organizaciones están descubriendo que, una vez que han movido cierta cantidad de tareas a la nube, ya no tiene sentido seguir haciéndolo desde una perspectiva financiera. Hay un momento en que sin importar cuál sea la carga de trabajo, devolver una parte al datacenter local tiene sentido.

Hay un punto en que la economía de escala vuelve a favorecer a los ecosistemas de nube privada locales. Asegúrate de tener un entendimiento profundo de las necesidades de tu organización para saber qué tareas conviene manejar desde la nube pública y cuales desde la privada.

Entendiendo la localización de la información y su ubicación

En el capítulo 1 se discute el hecho de que algunas personas en diversos sitios del mundo quieren evitar alojar su información en ciertos lugares. Los proveedores de la nube pública han comenzado a considerar esta situación a través de la construcción de nuevos datacenters en nuevas ubicaciones, pero la necesidad de mantener altos beneficios económicos de escala puede hacer que esto sea difícil.

Así mismo, el modelo de economía de escala hace que los proveedores no puedan ofrecer una experienca más diferenciable para clientes específicos o aplicaciones. Uno de los mayores obstáculos para la adopción de la nube pública es que los clientes quieren tener control sobre la localización donde se aloja su información y sobre la manera en que acceden a ella. Este nivel de control no siempre es posible con la nube pública.

Con la nube pública, puede que los cliente no siempre sepan exactamente el lugar en el que está alojada su información ¿Estará acaso en su mismo estado o incluso en su país? Con el mosaico de seguridad informática y de leyes de privacidad de todo el mundo, no saber la ubicación exacta de la información puede generar problemas de privacidad y obligaciones no deseadas para los clientes. Algunas organizaciones quieren tener bajo su control directo toda su información sensible, lo cual elimina la nube pública como ubicación posible.

Mientras tanto, con la nube privada la ubicación de la información y el acceso a ella están completamente bajo tu control. Tú puedes decidir exactamente dónde residirá la información y que tan cercana será a los usuarios finales y a las aplicaciones.

Relacionando los SLAs (acuerdos de nivel de servicio) personalizados y las características de desempeño

Aunque los proveedores de nube pública se han vuelto bastante más adeptos al ofrecimiento de acuerdos de nivel de servicios, nada se compara a lo que puedes conseguir con tu propia infraestructura.

Cuando estés pensando en SLAs, asegúrate de tener siempre en mente estos dos puntos:

Disponibilidad: El tiempo de actividad es crucial. Incontables estadísticas muestran que el costo de cada hora inactiva puede ser ridículamente caro al considerar los ingresos perdidos, la productividad desperdiciada de los empleados, el tiempo de IT que es necesario para que todos los servicios estén de nuevo en operación y los costos de relaciones públicas.

Desempeño: El mal desempeño puede perjudicar tus finanzas tanto como el tiempo de inactividad. Los problemas de desempeño pueden significar enormes fugas de capital en las arcas de la organización en la medida en que los empleados tengan problemas para realizar su trabajo y los clientes tengan complicaciones para hacer negocios contigo, y eventualmente dejen de intentarlo.

Los negocios contemporáneos quieren un desempeño cuidadosamente diseñado y SLAs de disponibilidad para sus aplicaciones de misión crítica, pero también quieren tener la posibilidad de elegir (SLAs suaves para aplicaciones de menor prioridad y SLAs severos para las aplicaciones vitales para el negocio). Por ejemplo, Para una aplicación de particular importancia, el negocio pueden requerir por lo menos tres copias de información que sean alojadas en ubicaciones independientes; la nube pública no puede ofrecer ese tipo de control granular.

Logrando flexibilidad, agilidad y opciones con la nube empresarial

Había una vez, no hace mucho tiempo, un mundo en el que los usuarios simplemente aceptaban todo lo que la IT les ofreciera, ya fuera que ese servicio fuera eficiente o pobre en desempeño.

Ya no es así.

En estos días los negocios quieren usar la nube pública cuando es apropiada —por ejemplo para el respaldo y recuperación de información después de un desastre, y para las aplicaciones con necesidades de IT altamente impredecibles— y ser capaces de alternar la nube pública y la privada fácilmente.

Ellos quieren tres cosas:

Flexibilidad: La opción de realizar tareas donde quiera que tengan más sentido, financiera y operativamente.

Agilidad: La capacidad de levantar fácil y rápidamente las aplicaciones y aumentar o disminuir recursos en la medida en que las necesidades del negocio las demanden.

Opciones: La posibilidad de cambiar de proveedores sin que esto signifique tiempo de inactividad o un impacto para el negocio.

La nube empresarial

Aquí hay una breve recapitulación de lo que las empresas contemporáneas demandan.

Los negocios quieren la nube pública para:

  • Consumo fraccional y un modelo que permita que los gastos se correspondan con el crecimiento de la empresa.
  • Recursos de infraestructura y de plataforma on demand (agilidad).
  • Evitar completamente la sobrecarga de trabajo.
  • Seguridad de infraestructura delegada, administración y manejo de riesgos.

Pero aun así quieren:

  • Balance entre los activos comprados y los rentados.
  • Proximidad de la información y los servicios.
  • SLAs diseñados para aplicaciones específicas.
  • Flexibilidad y posibilidad de elegir entre plataformas distintas.

Hoy en día la IT empresarial ofrece el control que necesitas para muchas aplicaciones, pero cuando las organizaciones requieren agilidad fluida y facilidad de uso acuden a la nube. Estos dos mundos están escindidos y es difícil tender puentes entre ellos.

La visión para el futuro es conseguir ecosistemas híbridos en los que las fronteras entre la infraestructura pública y la privada desaparezcan. «Tú puedes tener una aplicación de la que tengas algunos servicios en la nube» (el almacenamiento secundario, por ejemplo) y otros en tus instalaciones. También puede haber situaciones en las que la nube sea usada como respaldo/DR y el ecosistema de producción sea local. Finalmente, también es posible que una aplicación esté en la nube pública durante la primera parte de su vida, en que la demanda es imprevisible, pero que cuando ésta se vuelva más estable la aplicación se pueda migrar de vuelta a la infraestructura local.

Para lograr todo esto, necesitas un nuevo modelo de datacenter empresarial que pueda satisfacer ambos grupos de necesidades y proveer una experiencia fluida entre la nube pública y la infraestructura local.

Ahí es donde entra la nube empresarial.

Autor: Scott D. Lowe
Fragmento de Nube empresarial para dummies® Edición especial de Nutanix

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